POR ALGO NAPOLEÓN DECÍA: CUIDADO CON LOS JESUITAS, PORQUE SON
UNA ORGANIZACIÓN MILITAR.
CAUSAS POR LAS QUE EL PAPA FRANCISCO LLEGÓ HASTA DONDE
ESTÁ.
Mad Economy (ME) no puede dejar de explicar el “fenómeno jesuita” desatado por la elección de un Papa jesuita (además de argentino), porque esta Orden religiosa no solo fue un elemento clave en la historia económica moderna, sino porque su exitosa estructura organizacional -que lleva casi 5 siglos-, puede ser la envidia de cualquier corporación o multinacional actual. (Además, los jesuitas manejan [indirectamente] la Universidad del Pacífico, que tiene la mejor escuela de economía local).
1. Fue fundada por un noble vasco, ex soldado y caballero: Iñigo de Loyola, conocido más tarde como San Ignacio de Loyola (1491-1556); por eso tienen una estructura militar y llaman al superior de la orden "General" y a la orden "Compañía" pero en sentido castrense, no empresarial, aunque años después este nombre les caería a pelo desde la perspectiva corporativa. San Ignacio, conocido por Iñigo de Loyola, prefirió cambiar su nombre de pila y “españolizarlo” a Ignacio, Iñigo o Iñaki es un nombre vasco. Aunque durante su vida militar destacó como excelente jinete y eso lo haría merecedor de pertenecer a la caballería, prefería más el asunto organizacional dentro del ejército, de ahí que cultivó una extraña afición al orden y a la disciplina, pero terminó siendo artillero con muy mala suerte porque una bala de cañón casi le vuela la pierna durante la guerra entre Navarra, Francia y España (1521). Fue llevado a su castillo y por las heridas tuvo que estar en cama meses. San Ignacio se leyó todos los libros sobre vida religiosa que encontró y descubrió su vocación. Dejó las armas y comenzó un largo camino al éxito.
2. Es una Orden que no está bajo el mando directo ni tutela de una Diócesis. Su jefe es el Padre Superior a quien se le llama Padre General. La Iglesia Católica divide su jurisdicción pastoral en Diócesis que están bajo la administración de sacerdotes “diocesanos” y estos deben reportarle al Obispo de la jurisdicción, o sea, de la Diócesis y estos, a su vez, al Arzobispo que maneja toda la operación.
Si eres un cura diocesano en Lima por ejemplo, tu jefe será Cipriani. Las órdenes religiosas, como dominicos, franciscanos, agustinos, trapenses, jesuitas, etc., están exentas de reportarle al Obispo de la Diócesis. Los jesuitas van más allá de esto. Consideran a cada país o región como una “provincia” de la Compañía de Jesús; por eso, tienen Padres Provinciales, una especie de “ojos y oídos” del superior o Padre General.
3. Aunque no hay nada en sus normas que diga lo contrario, los jesuitas estaban "prohibidos" de ser obispos y menos Papas. Quizás la palabra no sea “prohibición”, pero fue algo consuetudinario en ellos: por costumbre adoptaron más un perfil bajo dentro de la Iglesia Católica. Prefirieron otro enfoque o carisma, el de la educación y en eso se especializaron.
Además, nacieron en una época donde el
protestantismo europeo era un furor y los esfuerzos de la Compañía de Jesús se
enfocaron en eso, la lucha contra las corrientes protestantes, antes que entrar
en el complicado mundo político de la Iglesia del siglo XVI con sus Papas
Borgias, asesinatos, inquisiciones y otras mañas.
4. Pero, llegaron a tener tanto poder político y económico que a su superior lo llaman "El Papa Negro", por el color tradicional de las sotanas que usaban. Eran unas grandes togas, con botones que iban desde el cuello hasta los pies. Y un gorro de tres puntas que debió ser muy incómodo. Lo del Papa Negro no es cuento. Realmente llegaron a ser una suerte de Iglesia o universo paralelo dentro de la estructura católica romana.
4. Pero, llegaron a tener tanto poder político y económico que a su superior lo llaman "El Papa Negro", por el color tradicional de las sotanas que usaban. Eran unas grandes togas, con botones que iban desde el cuello hasta los pies. Y un gorro de tres puntas que debió ser muy incómodo. Lo del Papa Negro no es cuento. Realmente llegaron a ser una suerte de Iglesia o universo paralelo dentro de la estructura católica romana.
5. Para ser ordenado jesuita, además de pasar 4 años, estudiando teología y filosofía en un seminario, es indispensable que tengan “estudios civiles”, por eso se pueden encontrar jesuitas abogados, economistas, ingenieros, sociólogos, médicos, matemáticos, físicos, químicos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, lingüistas, etc.
De hecho, son los únicos
curas con título universitario civil por requerimiento específico. ¿Por qué
crees que el Observatorio del Vaticano lo regentan jesuitas astrofísicos? ¿Por
qué crees que el Papa Francisco es técnico químico-industrial?
6. El poder oceánico que llegaron a tener motivó que en 1768 fueran expulsados de España, Portugal y las colonias. Este poder se debió a sus vanguardistas ideas: creían en la igualdad, la libertad económica, el cooperativismo, la redistribución del capital, el libre acceso al mercado, la educación de las minorías, etc. lo que preocupó a las monarquías absolutas de la época.
Eso incluyó el cierre de los colegios mayores,
seminarios y universidades de todo el mundo conocido. Lo que fue un duro golpe
para la educación occidental, porque las instituciones educativas jesuitas eran
impecables. Astutos como ellos solos, aplicaron a la perfección aquello
de “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo” y se refugiaron en reinos e imperios
protestantes y hostiles a la Iglesia de Roma.
Entre ellos, el Imperio
Ruso con Catalina La Grande a la cabeza. Y realmente Catalina era “grande”, sus
biógrafos estimaban que la emperatriz “de todas las Rusias” pesaba más de 100
kilos. Sin embargo, era una noble rara porque trabajaba y estudiaba. Los
jesuitas, expertos en educación, pronto se ganaron su respeto y admiración y
ella no sólo les dio cobijo, sino el tesoro más importante para un
jesuita: TIEMPO. Tiempo para regresar y de hecho 40 años después de su
expulsión lo hicieron a lo grande, refundando colegios y universidades en todo
el mundo.
7. Antes de su expulsión, fueron los precursores del cooperativismo o una forma arcaica de economía socialista. En Sudamérica, sus Misiones a lo largo del continente fueron un ejemplo de gerencia. Un referente interesante se puede encontrar en la forma cómo administraban sus misiones y haciendas en esta parte del mundo. Por ejemplo, en las misiones de Paraguay, Bolivia y norte de Argentina, repartían entre los indios y esclavos, parcelas de tierra, animales mayores y menores, insumos y semillas.
La producción era
estandarizada en procesos específicos según el cultivo y la actividad
industrial, es decir, fueron los precursores de la producción en función a la
diversificación de canales de negocio. Con esto se ingresó a una “mini era pre
industrial” pues sus obrajes, maestranzas, trapiches y factorías llegaron a
tener unos índices de eficiencia y productividad enormes, además de darle valor
agregado a las materias primas.
El uso de los recursos
que hicieron fue impecable. En la hacienda San Juan Bautista en Lima, llegaron
a tener más de 5 riegos semanales y en un hábitat como es la costa de Perú
donde uno encuentra un desierto más que un oasis. Después de su expulsión y
tomada la operación de la hacienda por un civil, ésta alcanzaba a duras penas 1
riego por mes.
Los jesuitas en sus
Misiones y haciendas, crearon la figura del “Padre Administrador”, una suerte
de “controller” moderno que llevaba rigurosamente los presupuestos y
estadísticas de los emprendimientos jesuitas. Fueron más allá. En agricultura,
sus haciendas no eran meros fundos o chacritas de “pan llevar”, diseñaron un
complejo sistema de obrajes que les permitió desarrollar una agroindustria y
sistema de agro exportación que sería la envidia de cualquier grupo
agroindustrial moderno. Desde Perú, Alto Perú (Bolivia), Argentina y Paraguay,
exportaban vinos y piscos, chocolate procesado, melaza, granos, telas, vidrio,
cal, argamasa y otros.
En el siglo XVIII, el
chocolate producido y procesado en una misión o estancia jesuita paraguaya, era
tomado en la Corte de los Borbones en Versalles y en la Corte de los Habsburgo
en Austria. Todo, a través de un sofisticado (para la época) sistema de
almacenamiento y redes. Crearon lo que a la postre sería el concepto de
distribución y canales de negocio, logística incluida.
Su manejo de
los costos era impresionante: las utilidades en una hacienda por ejemplo,
después de un ejercicio fiscal, eran redistribuidas entre los indios y esclavos
primero y en último término el quinto real (para la Corona Española ) y la
Compañía.
Esto les permitía hacer caja constante pues la
producción de sus haciendas, al ser redistribuida entre indios y esclavos -
quienes a su vez, la reinvertían en sus chacras, vendiendo lo que iban sacando
de ellas-, les aseguraba un ingreso recurrente, por tanto, evitaban el
endeudamiento para cubrir huecos en el flujo de caja, luego tomaban una parte
de la ganancia por cada línea de producto y en función a los costos unitarios
calculaban el presupuesto para el siguiente año fiscal.
Con esto, fueron los primeros en aplicar la teoría
de las tasas de transferencia en negocios. Sus inversiones en tierras,
conventos, seminarios, colegios mayores y universidades también les generaban
caja pues casi todas sus instituciones eran privadas y cobraban una pensión por
la colegiatura, que les permitía además brindar subsidios a alumnos o
seminaristas con bajos recursos: la versión moderna de becas de estudio.
Además, reducían el riesgo sistémico de sus finanzas con la diversidad de
inversiones y líneas de producción que ellos tenían.
Es curioso además notar que en un tiempo donde los
esclavos negros eran considerados menos que animales, los jesuitas no sólo los
hicieron “propietarios” sino que les daban una parte de la ganancia del
negocio. Cosa prohibida por la Corona. Lo triste de esta historia: durante la
administración jesuita de sus propiedades, los índices de escapismo entre los
esclavos era nulo, después de la expulsión de la Orden, no solo muchos de los
esclavos negros dejaron las haciendas y misiones, sino que el número de abortos
autoinflingidos por las madres esclavas se disparó logarítmicamente: preferían
matar a sus hijos neo natos, antes que nacieran esclavos (“Peregrinaciones de
una paria”, Flora Tristán).
Esto
nunca pasó bajo la gestión de la Compañía. Finalmente, en 2008 la revista
Forbes nombró a la
Compañía de Jesús como " La Corporación Multinacional más antigua y
exitosa de la historia económica moderna". Más que Coca Cola Co., JP
Morgan y otras corporaciones.
8. En la II guerra mundial, fue la única Orden que abiertamente se opuso al nazismo y al holocausto judío, muchos jesuitas fueron perseguidos por eso; algunos torturados y asesinados en campos de concentración como el Padre y Beato Rupert Mayer SJ. En Francia, un colegio internado jesuita, exclusivo para chicos, escondió y salvó a más de 50 niños judíos de las garras de la Gestapo. “Amén”, película dirigida por Costa-Gavras (2002), basada en hechos reales descritos en el libro “El vicario” de Rolf Hochhuth, muestra el rol clave que tuvo la Compañía de Jesús para la defensa de judíos ante el Vaticano.
De hecho, para los
judíos, la Compañía de Jesús es un referente de diálogo y es “Justa entre las
Naciones” para Israel, por su labor en contra del holocausto. Cosa que pocas o
casi ninguna orden católica hizo.
9. En los 70's su posición progre y de izquierda se hizo un poco evidente: unas décadas antes decidieron dejar de dar Misa en latín y la daban en el idioma del lugar. Por eso tenían jesuitas dando Misa en bantú africano, quechua (acá lo hacían desde el s. XVI), vasco, árabe, guaraní, chino cantonés, hindi, etc. Decidieron no usar sotana y menos camisa con cuello de clerma.
9. En los 70's su posición progre y de izquierda se hizo un poco evidente: unas décadas antes decidieron dejar de dar Misa en latín y la daban en el idioma del lugar. Por eso tenían jesuitas dando Misa en bantú africano, quechua (acá lo hacían desde el s. XVI), vasco, árabe, guaraní, chino cantonés, hindi, etc. Decidieron no usar sotana y menos camisa con cuello de clerma.
Esa actitud progresista
se capitalizó con el recelo de dictaduras de derecha (6 jesuitas fueron asesinados
en El Salvador por eso). Ser progres y estar más cerca de los pobres y lejos de
los grupos de poder les ganó también un recelo por parte del Opus Dei.
10. Aunque muy progres, los jesuitas no estuvieron exentos de vincularse con grupos de poder. Aunque, sus relaciones se basaron más en la enseñanza. Fueron famosos y conocidos por ser tradicionalmente los “educadores de las élites”, mayormente hombres y no mujeres. Sobre todo en Europa y Latino América.
Es evidente que por sus
aulas pasaron destacados intelectuales, políticos, científicos, artistas, militares y
religiosos. Eso les daba llegada a familias y grupos relacionados con el dinero
y el poder. Pero formaron hombres que, lejos de continuar con los vicios y
resabios de estos grupos, fueron más allá.
Quizás por
esta razón, es que los jesuitas son conocidos como “lava cerebros” o como una
mafia donde quienes han sido educados por ellos, se reconocen por ciertos
rasgos, lenguaje corporal y forma de hablar. Una especie de “secta” con decires
y haceres propios. Existen “muchachos” de 70 años que en el Club Regatas, no
dudan e insisten en ponerse una añosa camiseta color azul con el escudo bordado
del jesuita Colegio de La Inmaculada.
Es una
orden muy global y de constante diálogo no sólo inter religioso sino cultural.
Incluso desde su fundación, les quedó claro ese asunto que ahora se llama
“globalización”. Ese dinamismo es quizás lo que explica que, aunque llegaron “tarde”
a la América Española, incluso 60 ó 70 años después que los dominicos
o franciscanos, en una década de operación en las colonias llegaron a triplicar el patrimonio de los primeros.
o franciscanos, en una década de operación en las colonias llegaron a triplicar el patrimonio de los primeros.
En pleno
siglo XVI, no dudaron los Padres fundadores de la Orden en enviar a sus
primeros discípulos a lugares tan lejanos como China, India o Japón porque
Sudamérica y el mundo entero les quedaban chicos. Según Chris Lowney ex
seminarista jesuita y banquero de inversión del JP Morgan, autor del libro “El
Liderazgo al estilo de los jesuitas”, uno de los factores de éxito de la Orden
fue su movilidad permanente y apertura de mente frente a otras culturas.
La
historia del Padre Matteo Ricci SJ que viajó a China grafica este liderazgo y
dinámica inter cultural. Llegado a China, el Padre Ricci SJ de inmediato tomó
contacto con el emperador. No era cosa fácil porque ya antes en Asia, la
experiencia jesuita había resultado tenebrosa y de total fracaso: decapitaron
en Japón a 22 jesuitas y martirizaron y torturaron a otro tanto en la India.
Pero el Padre Ricci SJ se ganó el respeto y admiración del emperador al
dibujarle un mapamundi donde colocó a China, por primera vez, en la cartografía
mundial. Huelga decir que Ricci era matemático, geógrafo y cartógrafo.
La mente
abierta de este jesuita le permitió también, colgar el confusionismo a la
praxis cristiana. Debió haber sido todo un éxito porque el emperador de China
lo nombró consejero, siendo el primer y último caso, donde un occidental fuese
“privado” de un regente chino.
Para
Lowley, son 4 los pilares fundamentales del éxito y del enfoque empresarial de
los jesuitas:
(1) Conocimiento
de sí mismo: Saber reconocer muy bien cuáles son las fortalezas,
debilidades y valores de uno mismo. Tener un claro conocimiento del mundo y
hacia dónde se quiere ir;
(2) Ingenio:
Siempre innovar y al mismo tiempo adaptarse a las circunstancias de un mundo
cambiante. Explorar nuevas posibilidades e ideas. Aprender de las otras
culturas y darles su valor;
(3) Amor: Querer a los demás y tratarlos a partir de esa realidad. Siempre mantener una actitud positiva. Ganar a la gente por el amor y no el temor. Los líderes tienen confianza en sí mismos y la proyectan a los demás;
(4) Heroísmo:
Despertar en uno mismo, y en los demás, grandes deseos. Fortalecer en sí mismo,
y en los demás, aspiraciones heroicas.
Los líderes imaginan
grandes futuros e impulsan a alcanzarlos. No esperan el futuro sino que lo
construyen.
George Lucas, en una
entrevista, reveló que –en su juventud-, conoció a un grupo de jesuitas en la
Universidad de Fortham; quedó maravillado por su forma de ser, por cómo se
movían, cómo te convencían usando palabras cariñosas antes que imperativas.
Se espera
que el Papa Francisco , siendo jesuita recoja este modelo, no
sólo desde lo religioso, sino desde lo empresarial. Sería un éxito del Papa Francisco.
IGNACIO DE
LOYOLA, en su vida como Sacerdote no fue un “cura cualquiera”. Aun cuando no
era del conocimiento del público, muchos sabíamos que él, al igual que Santo
Tomás de Aquino, no podía celebrar la Santa Misa sin una ayuda especial. Aún
antes de llegar a la “Consagración”, un llanto silente y sobrecogedor le
invadía y las lágrimas corrían incontenibles por sus mejillas, las palabras
salían de su boca casi inaudibles, sus piernas no les daban sustento y todo su
ser se transfiguraba, dejaba salir una luz interior que en los demás producía
el regocijo y el contento de la complacencia ante su mística comunión con el
Espíritu Santo.
Así… ¿quién no se llena de contento de sentirse
jesuita o ignaciano? … ¿quién no se dedica con verdadero fervor a ser la más
humilde oveja del rebaño de nuestro pastor universal?
No he podido encontrar una Oración más
reconfortante que la de Ignacio, y ésta junto con la Oración del Apóstol al
inicio de la Santa Misa, a todo Ignaciano que se respete, constituyen sus
mantras preferidos y permanentes:
SEÑOR, RECIBE TODA MI INTELIGENCIA, MIS CONOCIMIENTOS,
MI VOLUNTAD, todo mi haber y poseer, Señor tu me los distes, a ti te lo
entrego. Dadme SEÑOR tu AMOR Y TU GRACIA. Ellas solas me bastan.
QUE LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO, EL AMOR DEL PADRE Y LA COMUNION DEL ESPIRITU SANTO ESTEN SIEMPRE
CON TODOS NOSOTROS
DIOS TE BENDICE SIEMPRE