¡¿ESTAMOS EN PRESENCIA Y VIVIENDO HOY LA POSIBILIDAD DE UNA 3RA GUERRA MUNDIAL?!? : GUERRA NUCLEAR???!!
SOLO DIOS LO SABE Y LO DECIDE
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HECHOS DE LOS APÓSTOLES
CAPÍTULO 1
Jesús ministra durante cuarenta días después de Su resurrección — El reino ha de ser restaurado a Israel en un tiempo postrero — Los Doce darán testimonio en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra — Jesús asciende al cielo — Se escoge a Matías para ocupar la vacante que había en los Doce.
1 En el aprimer tratado, oh Teófilo, he hablado de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el aEspíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
3 a quienes también, después de haber padecido, ase presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.
4 Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen la apromesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
5 Porque Juan a la verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis abautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días después de estos.
6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, a¿restituirás el reino a Israel en este tiempo?
7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos ni las ocasiones que el Padre puso en su sola potestad;
8 pero recibiréis apoder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y me seréis btestigos en Jerusalén, en toda Judea, y en cSamaria y hasta lo último de la tierra.
9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue aalzado; y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entretanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones vestidos de blanco,
11 los que también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre vosotros arriba al cielo, aasí vendrá como le habéis visto ir al cielo.
12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama de los Olivos, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.
13 Y cuando hubieron entrado, subieron al aposento alto, donde se alojaban Pedro y aJacobo, y Juan y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
14 Todos estos perseveraban aunánimes en boración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús y con sus chermanos.
15 Y en aquellos días, Pedro se levantó en medio de los hermanos (y el grupo era como de ciento veinte en número) y dijo:
16 Varones hermanos, convino que se cumpliese la Escritura, que antes dijo el Espíritu Santo por boca de David, acerca de aJudas, que fue guía de los que prendieron a Jesús,
17 el que era contado con nosotros y tenía parte en este ministerio.
18 Este, pues, adquirió un campo con el salario de su iniquidad, y cayendo de cabeza, se areventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
19 Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalén, de tal manera que aquel campo fue llamado en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de Sangre.
20Porque está escrito en el libro de los salmos:Sea hecha adesierta su habitación,y no haya quien more en ella;y:Tome otro su oficio.
21 Es menester, pues, que de estos hombres que han estado junto con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,
22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho atestigo con nosotros de su bresurrección.
23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.
24 Y aorando, dijeron: Tú, Señor, que bconoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos dos chas escogido,
25 para que tome el oficio de este ministerio y aapostolado, del cual bcayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.
26 Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre aMatías; y fue contado con los once apóstoles.
2 SAMUEL 23: 1-7
23
Estas son las palabras postreras de David.
Dijo David hijo de Isaí,
Dijo aquel varón que fue levantado en alto,
El ungido del Dios de Jacob,
El dulce cantor de Israel:
2 El Espíritu de Jehová ha hablado por mí,
Y su palabra ha estado en mi lengua.
3 El Dios de Israel ha dicho,
Me habló la Roca de Israel:
Habrá un justo que gobierne entre los hombres,
Que gobierne en el temor de Dios.
4 Será como la luz de la mañana,
Como el resplandor del sol en una mañana sin nubes,
Como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra.
5 No es así mi casa para con Dios;
Sin embargo, él ha hecho conmigo pacto perpetuo,
Ordenado en todas las cosas, y será guardado,
Aunque todavía no haga él florecer
Toda mi salvación y mi deseo.
6 Mas los impíos serán todos ellos como espinos arrancados,
Los cuales nadie toma con la mano;
7 Sino que el que quiere tocarlos
Se arma de hierro y de asta de lanza,
Y son del todo quemados en su lugar.
La venida del Señor
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.(A) 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
APOCALIPSIS 11.19
19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.
Read full chapter3 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 2 para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; 3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 5 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
El Espíritu de Dios y el espíritu del anticristo
4 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. 6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
JUAN 4
Dios es amor
7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
DEUTERONOMIO 32
"1.Prestad oído, cielos, que hablo yo, escuche la tierra las palabras de mi boca. 2.Como lluvia se derrame mi doctrina, caiga como rocío mi palabra, como blanda lluvia sobre la hierba verde, como aguacero sobre el césped. 3.Porque voy a aclamar el nombre de Yahveh; ¡ensalzad a nuestro Dios! 4.El es la Roca, su obra es consumada, pues todos sus caminos son justicia. Es Dios de la lealtad, no de perfidia, es justo y recto. 5.Se han pervertido los que él engendró sin tara, generación perversa y tortuosa. 6.¿Así pagáis a Yahveh, pueblo insensato y necio? ¿No es él tu padre, el que te creó, el que te hizo y te fundó? 7.Acuérdate de los días de antaño, considera los años de edad en edad. Interroga a tu padre, que te cuente, a tus ancianos, que te hablen. 8.Cuando el Altísimo repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos, según el número de los hijos de Dios; 9.mas la porción de Yahveh fue su pueblo, Jacob su parte de heredad. 10.En tierra desierta le encuentra, en la soledad rugiente de la estepa. Y le envuelve, le sustenta, le cuida, como a la niña de sus ojos. 11.Como un águila incita a su nidada, revolotea sobre sus polluelos, así el despliega sus alas y te toma, y le lleva sobre su plumaje. 12.Sólo Yahveh le guía a su destino, con él ningún dios extranjero. 13.Le hace cabalgar por las alturas de la tierra, le alimenta de los frutos del campo, le da a gustar miel de la peña, y aceite de la dura roca, 14.cuajada de vacas y leche de ovejas, con la grasa de corderos; carneros de raza de Basán, y machos cabríos, con la flor de los granos de trigo, y por bebida la roja sangre de la uva. 15.Come Jacob, se sacia, engorda Yesurún, respinga, - te has puesto grueso, rollizo, turgente -, rechaza a Dios, su Hacedor, desprecia a la Roca, su salvación. 16.Le encelan con dioses extraños, le irritan con abominaciones. 17.Sacrifican a demonios, no a Dios, a dioses que ignoraban, a nuevos, recién llegados, que no veneraron vuestros padres. 18.(¡Desdeñas a la Roca que te dio el ser, olvidas al Dios que te engendró!) 19.Yahveh lo ha visto y, en su ira, ha desechado a sus hijos y a sus hijas. 20.Ha dicho: Les voy a esconder mi rostro, a ver en qué paran. Porque es una generación torcida, hijos sin lealtad. 21.Me han encelado con lo que no es Dios, me han irritado con sus vanos ídolos; ¡pues yo también voy a encelarles con lo que no es pueblo, con una nación fatua los irritaré! 22.Porque ha saltado fuego de mi ira, que quemará hasta las honduras del seol; devorará la tierra y sus productos, abrasará los cimientos de los montes. 23.Acumularé desgracias sobre ellos, agotaré en ellos mis saetas. 24.Andarán extenuados de hambre, consumidos de fiebre y mala peste. Dientes de fieras mandaré contra ellos, veneno de reptiles. 25.Por fuera la espada sembrará orfandad, y dentro reinará el espanto. Caerán a la vez joven y doncella, niño de pecho y viejo encanecido. 26.He dicho: A polvo los reduciría, borraría su recuerdo de en medio de los hombres, 27.si no temiera azuzar el furor del enemigo, y que lo entiendan al revés sus adversarios, no sea que digan: «Nuestra mano prevalece, y no es Yahveh el que hace todo esto.» 28.Porque es gente de consejo obtuso, y no hay inteligencia en ellos. 29.Si fueran sabios, podrían entenderlo, sabrían vislumbrar su suerte última. 30.Pues, ¿cómo un solo hombre puede perseguir a mil, y dos poner en fuga a una miríada, sino porque su Roca se los ha vendido, porque Yahveh los ha entregado? 31.Mas no es su roca como nuestra Roca, y nuestros enemigos son testigos. 32.Porque su viña es viña de Sodoma y de las plantaciones de Gomorra: uvas venenosas son sus uvas, racimos amargos sus racimos; 33.su vino, un veneno de serpiente, mortal ponzoña de áspid. 34.Pero él, ¿no está guardado junto a mí, sellado en mis tesoros? 35.A mí me toca la venganza y el pago para el momento en que su pie vacile. Porque está cerca el día de su ruina, ya se precipita lo que les espera. 36.(Que va hacer Yahveh justicia al pueblo suyo, va a apiadarse de sus siervos.) Porque verá que su fuerza se agota, que no queda ya libre ni esclavo. 37.Dirá entonces: ¿Dónde están sus dioses, roca en que buscaban su refugio, 38.los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? ¡Levántense y os salven, sean ellos vuestro amparo! 39.Ved ahora que yo, sólo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mí. Yo doy la muerte y doy la vida, hiero yo, y sano yo mismo (y no hay quien libre de mi mano). 40.Sí, yo alzo al cielo mi mano, y digo: Tan cierto como que vivo eternamente, 41.cuando afile el rayo de mi espada, y mi mano empuñe el Juicio, tomaré venganza de mis adversarios, y daré el pago a quienes me aborrecen. 42.Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada se saciará de carne: sangre de muertos y cautivos, cabezas encrestadas de enemigos. 43.¡Cielos, exultad con él, y adórenle los hijos de Dios! ¡Exultad, naciones, con su pueblo, y todos los mensajeros de Dios narren su fuerza! Porque él vengará la sangre de sus siervos, tomará venganza de sus adversarios, dará su pago a quienes le aborrecen y purificará el suelo de su pueblo. 44.Fue Moisés y pronunció o oídos del pueblo todas las palabras de este cántico, acompañado de Josué, hijo de Nun. 45.Cuando Moisés acabó de pronunciar estas palabras a todo Israel, 46.les dijo: «Estad bien atentos a todas estas palabras que hoy os doy como testimonio. Se las prescribiréis a vuestros hijos, para que cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley. 47.Porque no es una palabra vana para vosotros, sino que es vuestra vida, y por ella prolongaréis vuestros días en el suelo que vais a tomar en posesión al pasar el Jordán.» 48.Yahveh habló a Moisés aquel mismo día y le dijo: 49.«Sube a esa montaña de los Abarim, al monte Nebo que está en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy en propiedad a los israelitas. 50.En el monte al que vas a subir morirás, e irás a reunirte con los tuyos, como tu hermano Aarón murió en el monte Hor y fue a reunirse con los suyos. 51.Por haberme sido infiel en medio de los israelitas, en las aguas de Meribá Cadés, en el desierto de Sin, por no haber manifestado mi santidad en medio de los israelitas, 52.por eso, sólo de lejos verás la tierra, pero no entrarás en ella, en esa tierra que yo doy a los israelitas.»"
Deuteronomio, 32 - Bíblia Católica
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ISAIAS 32
CAPÍTULO 32
Un rey, el Mesías, reinará con justicia — La tierra de Israel será un desierto hasta el día de la restauración y del recogimiento.
1 He aquí que con justicia reinará un arey, y príncipes presidirán con justicia.
2 Y será aquel avarón como escondedero contra el viento y como un abrigo contra la tormenta, como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra sedienta.
3 No se ofuscarán entonces los aojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos.
4 Y el corazón de los imprudentes entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos se aligerará para hablar claramente.
5 El necio nunca más será llamado anoble, ni será llamado noble el canalla.
6 Porque el necio hablará anecedades, y su corazón maquinará iniquidad, para cometer bimpiedad y para hablar falsedad contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta y quitando la bebida al sediento.
7 Los recursos del canalla son malos; él maquina pensamientos para enredar a los ingenuos con palabras amentirosas, aun cuando el pobre hable lo que es justo.
8 Pero el que es noble piensa con nobleza, y en su nobleza permanece.
9 ¡aMujeres indolentes, levantaos; oíd mi voz. Hijas bconfiadas, escuchad mi palabra!
10 De aquí a poco más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará y la cosecha no vendrá.
11 ¡Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos y ceñid los lomos con acilicio!
12 Golpeándose el pecho, se lamentarán por los campos deleitosos, por la viña fértil.
13 Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos; sí, sobre todas las casas donde hay regocijo en la ciudad alegre.
14 Porque el palacio ha quedado desierto, la multitud de la ciudad acesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, un deleite para asnos monteses y pastizal para los rebaños,
15 hasta que sobre nosotros sea derramado el aEspíritu de lo alto, y el bdesierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea considerado como bosque.
16 Y la justicia habitará en el desierto, y en el campo fértil morará la rectitud.
17 Y el aefecto de la rectitud será bpaz; y el resultado de la rectitud, reposo y cseguridad para siempre.
18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, y en habitaciones seguras y en tranquilos lugares de reposo.
19 Y caerá agranizo cuando caiga el bosque, y la bciudad será del todo abatida.
20 Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas y dejáis sueltos al buey y al asno.