Padre,
Yo se que moriré un día, no conozco el año, ni el día, ni la hora de mi muerte;
Yo no se si moriré de repente, en accidente, después de una larga enfermedad
O
simplemente de vejez; tampoco se si moriré en mi cama, en el hospital,
en el trabajo o en cualquier otra parte. Además Padre, tampoco se si al
momento de morir tendré clara conciencia,
Si podré rezar, pensar en ti y prepararme para recibirte.
Padre,
Hoy
con pleno conocimiento y con toda libertad te ofrezco mi muerte con
todo su cortejo de miserias y de misterio. Quisiera que mi muerte fuera
el testigo del amor y de la sumisión de mi ser a tu Santa Voluntad. Te
pido también que la aceptes como un acto de reparación y de expiación y
por último, que sea la expresión de una oración de fe, de esperanza y de
amor.
Padre,
Me adelanto con el deseo de negar todo aquello que
pueda ser contrario a estos sentimientos que ahora expreso y que son
míos en este preciso momento.
Si las dudas , la desesperación y la
blasfemia me asaltaran sin razón, así como la duda, los dolores y si los
narcóticos me impidieran pensar en ti con amor, te suplico Padre, no
los escuches y solo retén como única, esta oración que te escribo ahora y
para siempre.
Padre,
Con Jesús, mi salvador y mi Mediador, con
María, socorro de pecadores, con San José, patrón de los que agonizan,
te pido hoy y hasta el momento de mi muerte que:" Pongo en tus manos mi
vida"
Yo creo, espero y tengo confianza en ti. Quiero Padre Santo, amarte para siempre. Amén
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