sábado, 10 de diciembre de 2016

GONE WITH THE WIND (“Lo que el viento se llevó”) Rafael Grooscors Caballero

                                          GONE WITH THE WIND
                                         (“Lo que el viento se llevó”)
                                          Rafael Grooscors Caballero

          Lejos, bien lejos, aún en el recuerdo de los más viejos, el primer gran éxito fílmico de Hollywood –Clark Gable y Vivien Leigh-- logró trepar la imaginación y el sentimiento de los latinos, más allá de las fronteras del río Grande y del Caribe, dramatizando un episodio de enardecido enfrentamiento familiar, a propósito de las rivalidades que animaron la llamada “guerra de secesión”, la cual partió en dos, por única vez y hasta ahora, el inmenso territorio conformado por la unión de los estados americanos, en la década de los sesenta, en el siglo 19. “Lo que el viento se llevó” nos retrata cómo, en los grupos sociales, los intereses juegan adelante de los deseos y terminan imponiéndose, incluso, más allá de toda lógica. Siempre ha sido así.
          Nos viene a cuento esta remembranza a propósito de lo que está ocurriendo en el escenario político nacional, con un régimen transitando los abiertos caminos del absolutismo dictatorial, frente a una oposición que dice representar al 70% de la opinión nacional, pero que actúa como si no tuviera experiencia acumulada, ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo social, mostrando una conducta apacible ante la andanada de atropellos que recibe del régimen, para luego terminar sentándose en una mesa, aparentemente más de juego que de diálogo y abandonar, en el mejor momento, lo más exitoso de sus estrategias, para satisfacer, a pedido, los intereses del gobierno.
          Lo que no se ancla, firmemente, en la tierra, se lo lleva el viento. La MUD dice representar a más de 25 partidos políticos y los 112 diputados de la AN, tienen la obligación de representar al equivalente de la mitad de los venezolanos: unos quince millones de habitantes. Pero, estos “representantes”, ¿cumplen las exigencias de sus representados? ¿La sociedad civil venezolana, el grueso de la población que está soportando las desastrosas consecuencias de las malas políticas del régimen, se siente, verdaderamente, representada por quienes dicen ser sus representantes? ¿Podemos seguir con “lo mismo” en un país donde las noches se acaban sobre un charco de sangre; donde los niños y las madres, los ancianos y desnutridos, se mueren en las calles; donde se acabó, de repente, la comida y el dinero se volvió trizas de papel con números impresos que no valen nada; donde todo es mentira, tras la voz de un figurón que se dice “presidente” y aparece ante las cámaras, de gorra porteña, fina chaqueta parisiense, reloj de marca y bigotillo recortado a lo artista de pacotilla, decir que ya somos una “potencia”, porque estamos exportando plátanos y verduras a mercados ambulantes del primer mundo? ¿En una Venezuela donde hasta la oposición dice que debemos seguir esperando, porque no hay otras vías para “cambiar” que las que dicta la Constitución, vías pacíficas y electorales? ¿Dónde nada pasa, porque todo pasa y nunca para bien, sino para mal? ¿Podemos y debemos seguir así, sin hacer nada que fuere relevante y que tenga sentido en el orden de la recuperación del bienestar perdido o por alcanzar?
          Lo que ofrece el supuesto --¡nefasto!— “socialismo” del régimen, ya lo sabemos, sobre todo en cuanto al incremento de la pobreza, del hambre y la miseria, indiscutibles “frutos y virtudes” de todos los socialismos “reales”. Pero, ¿qué nos ofrece la oposición? Por lo menos, la que figura; la “oposición” que aparece en los medios colectivos de información. ¿Qué nos ofrece? ¿Hay algún programa concreto que nos permita alimentar nuestra esperanza y generar confianza, para sentirnos próximos al éxito? ¿O lo que hay es, más bien, una amalgama confundida de acusaciones, de unos contra otros, sin ofrecer a los venezolanos las claves para construir una nueva Venezuela de verdad?  
          Hace poco hicimos hincapié en una “salida” prevista por la Constitución vigente, en su Artículo 265, que insta al Poder Legislativo, como máximo controlador de la legitimidad de todos los demás Poderes, a “poner orden” en el Tribunal Supremo de Justicia, cuya Sala Constitucional está integrada por unos magistrados de “última hora”, nombrados, entre gallos y medianoche, por la Asamblea anterior, sin mandato ya, cuando la translación terrestre nos acercaba al año nuevo 2016 y sin cumplir los requisitos exigidos por la respectiva Ley Orgánica; pedíamos entonces una acción “revisora” a  los 112 diputados de la “oposición” en la actual Asamblea Nacional, representativa de la soberanía popular. Y lo hacíamos a propósito de que aquella Sala, nombrada “para eso” por quienes la nombraron, se opondría a todo lo que fuera contrario a los fines del régimen, haciendo nulas todas las alternativas legales que intentaran los legisladores del pueblo, para salir del presente gobierno; lo pedíamos, ingenua pero seriamente, sin habernos informado que, el 14 de julio del año en curso, en plenaria oficial de la Asamblea, fue aprobada una propuesta para anular el trajinado nombramiento de los magistrados, por las razones alegadas y mediante la facultad otorgada por la Constitución, para luego enterarnos de que, por capciosa intervención de representantes del régimen, la sana propuesta no pasó del papel y no se consumó en hechos, como hubiese sido la designación cabal y oportuna de los magistrados sustitutivos. ¿Qué pasó? ¿Diálogo anticipado? ¿Estamos todos cogidos por el mismo lazo de coacción y derrota de valores? Si en esa ocasión, con todas las de ganar, se hubiesen apurado, sin dejar de cumplir nada de lo ordenado por la ley, el nombramiento de los magistrados auténticos, escogidos dentro de los mejores talentos nacionales idóneos y se les hubiese acompañado, con presión popular, para desalojar a los farsantes, otro gallo le estaría cantando a los que luego propusieron el revocatorio, o la salida por la doble nacionalidad o el abandono del cargo por parte del Presidente y ya tendríamos el camino allanado para recuperar nuestro gran esfuerzo democrático, respaldado por la memoria de los héroes caídos, como Leonardo Ruiz Pineda, Alberto Carnevali, Antonio Pinto Salinas, Valmore Rodríguez, Andrés Eloy Blanco, Rómulo Gallegos, Rómulo Betancourt, Jóvito Villlaba, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Raúl Leoni, Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi, entre otros miles de ciudadanos ilustres, cuyos nombres y cuyas trayectorias hoy se niega a los jóvenes venezolanos, a las nuevas generaciones, perdidos todos en un Parnaso artificial, armado a punta de cuantiosos ingresos generados pérfidamente por la atroz corrupción que padecemos.
          No dejemos que el viento se lo siga llevando todo. Apelemos al “paredón moral” y limpiemos nosotros la casa, para ver, de verdad, los amaneceres de una Venezuela que le hace falta al mundo. Abramos los ojos y descubramos, en nosotros mismos, quienes podemos servir para abrirnos las puertas del futuro y dejar atrás no sólo el pesimismo, sino la rastra de errores, de fallas y pisotones, en los que han caído, muy lamentablemente, quienes dicen ser, sin serlo, nuestros representantes. Así como, a veces, los votos no sirven y las balas son necesarias, en esta ocasión debemos oponernos tanto al gobierno como a la oposición y construir, frente al viento que todo se lo lleva, un frente de voluntades que haga posible el milagro de la gran Venezuela del Siglo 21. ¡Adelante, compañeros! ¡Los días de gloria están por venir!



martes, 29 de noviembre de 2016

Oración antes de un viaje en avión.

Oración antes de un viaje en avión.
Padre celestial, que controlas el tiempo, los astros y la fuerza de la naturaleza, hoy te hago un pedido muy especial: que por favor estés a mi lado en este viaje que estoy próximo a realizar.


Señor, bendice este medio en el cual me transporto, envía a tus ángeles y querubines a cuidarme y mantenerme con bien. Dale señor paciencia, tranquilidad e inteligencia a los pilotos para poder resolver cualquier imprevisto que pudiera presentarse durante el viaje y calma los vientos embravecidos que pueden generar turbulencia. Tú, Señor Bendito que mantienes al sol, la luna y la tierra en sus órbitas con tu inmenso poder, dirige y mantén en su ruta este avión.

Padre, tú conoces los caminos y vías celestiales, por eso me siento seguro, porque viajas conmigo Señor. Te pido controles mi aterrizaje, que sea tranquilo y mi llegada sea con bien. Derrama señor sobre este transporte tu bendición divina y cúbrelo con tu manto protector para librarlo de todo mal y tragedia inesperada que pueda ocurrir, danos hoy la tranquilidad a los pasajeros y permítenos viajar protegidos en tu santo y poderoso nombre. Danos también un encuentro feliz con nuestras familias al llegar a nuestros destinos.

Te agradezco señor, porque en un acto de misericordia hacia mí, derramas tu bendición y protección en mí. Padre, tu presencia protectora colma este avión y a sus pasajeros, le da tranquilidad y certeza a los pilotos, mantiene nuestro camino en las vías, y calma las tempestades del clima. Te agradezco Señor, por mantenerme con bien y tranquilidad en este trayecto.

Ante ti Señor, elevo esta súplica y viajo con la tranquilidad que me da ir con tu protección. Porque tú Señor eres bueno y bondadoso, cuidas de tus hijos y me llevas por caminos seguros. Que se haga tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Amén.



sábado, 12 de noviembre de 2016

¿QUE TIENE DE MALO UN BUEN GOLPE DE ESTADO? (Rafael Grooscors Caballero)

¿QUE TIENE DE MALO UN BUEN GOLPE DE ESTADO?
                                   (Rafael Grooscors Caballero)
            El 18 de Octubre de 1945 ocurrió un hecho insólito en la historia de Venezuela. Un golpe de estado, llamado Revolución por sus principales protagonistas, desalojó del poder al último caudillo de la Restauradora andina e instauró, para siempre, en la conducta política del venezolano, la democracia, tal cual como la entiende la modernidad, en el tiempo presente y en todo el Universo. Como un compromiso, en su pluralidad, de las grandes mayorías, el cual no excluye la participación de las minorías, aún de aquellas que no profesan respeto alguno por el sistema mismo, por cuanto la democracia tiene que ser, por encima de cualquier otro carácter, signo o virtud, el gobierno de todos, amplia y decisivamente representativo. Revolución llamaron a aquel golpe de estado, por cuanto su misión principalísima era y fue, incorporar a todos los venezolanos al libre desempeño de sus derechos civiles y políticos, dando el voto a los analfabetas, a las mujeres y a los jóvenes de más de 18 años, por primera vez, en la tan independizada patria de Bolívar. Pero Golpe de Estado por cuanto desconoció las órdenes de la Constitución vigente, en tanto al mantenimiento de un régimen elitesco, extraño al colectivo nacional, propiedad de una clase privilegiada, cuartelaria y entreguista, para nada preocupada por los sentimientos, necesidades y aspiraciones de los venezolanos.
            Muchos todavía discuten si fue o no oportuno el golpe de estado del 45 y hasta un último best seller –“El Pasajero de Truman”, de Francisco Suniaga-- recapitula de nuevo, a la luz del presente,  sucesos y testimonios sobre aquellos acontecimientos, sin anular, en ningún momento,  su cualidad revolucionaria, la instauración, más que en la letra de las leyes, en las mentes de los compatriotas, sin distinción de clases, ni de ideologías, ni de raza, ni de religión, ni de sexo, ni de edad, la democracia como estilo y sistema de vida y de gobierno, con la justicia y la libertad como ejes principales de su sostenimiento, para que jamás se aparte de su pensamiento y de su acción, la voluntad de no permitir el desconocimiento de sus derechos esenciales como ciudadanos de una soberanía específica.
            ¿Fue o no fue un buen golpe de estado el del 18 de octubre de 1945? Primero, que lo respondan los herederos del perezjimenismo, cuyo poder, abismal, tuvo que ceder a la presión popular y a la oportunísima participación puntual de nuestras fuerzas armadas, para abrirle de nuevo la puerta a la democracia, el 23 de enero de 1958, luego de la contumacia dictatorial de diez años de férrea dominación. Y que también lo respondan quienes se aventuraron en prácticas violentas, insurreccionales, de nuevo cuño, aprendidas en las experiencias cubanas de los años sesenta, a quienes la voluntad democrática de los venezolanos, no sólo abandonó, sino que contribuyó a liquidar, definitivamente, perdonando, si se quiere, a sus promotores y obligándoles a reasumir los caminos del proceder democrático. Que lo respondan, asimismo, el dueño actual del poder nacional y sus adláteres, obsesivos profetas del llamado socialismo bolivariano, para quienes la democracia, deja de ser de todos, deja de ser alternativa, deja de ser plural, deja de ser representativa, para ser, como la de la URSS y la de Cuba, popular, protagónica y participativa, manera de adjudicar su control a un solo grupo, pero de cualquier forma identificando el sistema con el original instaurado el 45.  Reconocimiento, al fin, de que en el alma y en la mente de los venezolanos, gobierno sin democracia carece de legitimidad y debe ser desconocidodesacatado y destituido.
            Es verdad que el del 18 de octubre del 45 fue un golpe de estado, pero para millones --¡millones!— de venezolanos, en los últimos 65 años, un buen golpe deestado, mediante el  cual se instauró la democracia, sustituyendo una imperfecta Constitución por otra carta magna que nos incorporó a la modernidad y a la justicia histórica. Alguien podría decir lo mismo, en ánimo defensivo, con respecto a la extraña composición política ocurrida en el país, en 1999, cuando se sustituyósubrepticia o sorpresivamente –lo alegamos nosotros— la muy completa Constitución del 61, por la actual, probablemente menos blindada para cubrir de riesgos la democracia que quieren todos los venezolanos. Pero esta sola debilidad no justificaría un nuevo golpe de estado, por lo menos no un buen golpe de estado. Sin embargo, veamos parte importante de lo que ha ocurrido en su ejercicio, el cual, en el mejor o en el peor de los casos, ha servido, fundamentalmente, para entronizar en el poder a un nuevo grupo dominante, el cual, como todos los otros anteriores –el de Páez, el de los Monagas, el de Guzmán Blanco, el de Castro y Gómez, el de Pérez Jiménez— aspira a eternizarse en la anécdota histórica, a través de un Salvador (¡perdónanos Allende!) y un credo específico, únicamente afirmado en las veleidades de un autócrata.
            El 11 de abril del 2002, en desprecio del derecho a manifestar pacíficamente, como lo asume la democracia, el gobierno reprime a más de millón y medio de caraqueños, brutalmente, dejando un saldo, aún pendiente, de 19 muertos y centenares de heridos. El Presidente de la República, Comandante Supremo de las FAN bolivarianas, dio orden de aplicación de un cierto Plan Ávila, contra los manifestantes, justificándolo como una medida de imperiosa necesidad para proteger la estabilidad de su régimen. Todos sabemos quien era ese Presidente y todos sabemos en qué consistía el denominado plan de defensa de suinstitucionalidad. Pero el hecho en referencia, la represión de una acción civil callejera, de ciudadanos responsables, no solamente violaba la Constitución del 99, sino que se colocaba al margen de todos los tratados internacionales, suscriptos o no suscriptos por el actual gobierno, en su énfasis en la defensa de los derechos humanos, el de la vida principalmente. ¿Se justificaba o no se justificaba en aquel momento, un buen golpe de estado? Los acontecimientos inmediato-posteriores, respondieron la pregunta; no obstante, la camarilla del poder contaba ya con las herramientas de la manipulación, suficientes para criminalizar a quienes habían actuado en defensa de los principios democráticos de la Constitución.
            Pero como comienza el desorden en el supuesto e imperfecto estado de derecho; como hay que mantener una fachada democrática y revelar al mundo la mejor de las intenciones políticas, se va entonces a un referéndum revocatorio, el cual ajustaría las deudas del Primer Mandatario con el pueblo que lo eligió. Y ¡vaya!, luego de un proceso calamitoso de acciones y omisiones, por parte de la institucionalidad, toda bajo control estricto del Mandatario a revocar, se llega a la fecha en la cual se coronan todas las autoridades que proceden a destrozar la virginidad restante de una Constitución asaz violada. El referéndum pasa de revocatorio ratificatorio, según caprichosa interpretación constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral, ya para entonces instrumentado con las célebres máquinas de Smartmatic y las capta-huellas, “descubre” las firmas planas e inhabilita a más de un millón de venezolanos para ejercer su derecho al sufragio, en cuestión tan fundamental para el destino de la República, “logrando” la ratificación del Primer Mandatario, a pesar de que muchos, pero muchosmuchos, de los que lo eligieron, decidieron revocarlo, sin contar al millón inhabilitado. Toda esta aventura plebiscitaria, más que referendaria, se hace a la luz del día, por lo cual constituye un hecho público y notorio, prueba suficiente de que, efectivamente, ocurrió y que mediante su ocurrencia, una vez más, se violó, flagrantemente, la Constitución, con responsabilidad comprobada de casi todas las autoridades vigentes. ¿Podría o no, por estas causas, justificarse un buen golpe de estado?     
             Y la ronda de las violaciones continúa. Se inventan “las morochas”, ardid electorero mediante el cual se puede dar un doble valor al voto de un mismo elector y llenar de falsos representantes todo un Congreso, sin que prospere ninguna denuncia, ninguna diligencia que ampare el derecho de todos, siempre a favor de una minoría reinante, la cual engaña y engaña, quizás hasta el cansancio. La célebre “lista Tascón” se enriquece con la “Maisanta” y se va a un nuevo proceso. En protesta por las condiciones reinantes, los partidos democráticos deciden no concurrir y el 17% de los electores –¡con la abstención de más del 80% del REP!— “eligen” a los Diputados de la actual Asamblea Nacional, para que se dediquen, ilegítimamente, a legitimar al picaresco y ocurrente Presidente revocado. Se inhabilita a muchos; se persigue y se encarcela a otros; se cierran canales de televisión  y se amenaza a la prensa, en un concierto de violaciones a los derechos humanos, a la Constitución y Leyes de la República, así como  a los Tratados Internacionales, en la medida en que se alaba y se respalda a regímenes como los dela Cuba comunista, donde en los últimos 50 años,  la democracia ha sido solo un sueño de ancianos con memoria.  Los nuevos héroes del socialismo asiático, entretanto, se acercan al rebelde escenario --¡fascinante!— de una Venezuela fascista, disfrazada de democracia popular y cohabitante de un mundo al que  no pertenece, aún cuando es el productor petrolero que mantiene rodando los automotores que pueblan las autopistas norteamericanas, muy concreta expresión del capitalismo al que dice combatir. ¡Señor, señor!, ¿Qué es esto? ¿Se justifica o no un buen golpe de estado?
            Hay más todavía, si no lo hemos olvidado. Se “fragua” otra consulta popular, para reformar la Constitución y acercarla al ideario comunista, llamado socialista para engañar incautos. Pese a todo su dominio, a toda la trampa empleada, al índice fraudulento de las instituciones que lo soportan, el “leader” pierde la consulta y casidesconoce los resultados. Por lo que muchos piensan –pensamos— que casi hubo la posibilidad de un buen golpe de estado. No hay dudas de que hay astucia. Pero hay respuesta. La historia no falla. Se ha manipulado el REP; se han comprado las voluntades institucionales; se ha transformado la moral del militar venezolano, corrompiéndolo como  nunca antes; se ha “homologado” la comunicación, con una imponente presencia gubernamental; se ha hecho de todo para engañar al venezolano y hacerle “comer” la tajada del manjar comunista, pero una terca actitud democrática del pueblo –bien enseñado, tras un buen golpe de estado, el del 18 de octubre del 45— ha impedido su cubanización. Se llega al 26S, muy optimistas todos, muy unidos, pero aceptando la agenda farisaica del régimen y ya vemos, ganamos con los votos, pero perdimos con la Ley. La Ley impuesta, inconsulta, no constitucional, no lógica, no democrática. La Ley electoral del “desorden ordenado”. Ahora entramos en la recta final, “la profundización del proceso”, a despecho de la voluntad popular. Ahora le toca la mayor parte al aparato productivo nacional, amenazadas sus empresas, tras expropiaciones supuestamente justificadas por el interés nacional, mediante una conversión en propiedad social de su gerencia, volviendo los ojos al pasado, a la ilusión comunitaria del marxismo ortodoxo ¿Y en estas condiciones, sin modificaciones a fondo, seguiremos yendo y viniendo, de proceso en proceso, hasta llegar al final que persigue el amo de Miraflores? Respondemos esta pregunta final, la cual nosotros mismos nos hacemos, como se la estarán haciendo muchos venezolanos,  con otra más, la que encabeza y titula esta narración, ¿Qué tiene de malo un buen golpe de estado?. Grooscors81@gmail.com.-     

miércoles, 26 de octubre de 2016

LOS JESUITAS

POR ALGO NAPOLEÓN DECÍA: CUIDADO CON LOS JESUITAS, PORQUE SON UNA ORGANIZACIÓN MILITAR.

CAUSAS POR LAS QUE  EL PAPA FRANCISCO  LLEGÓ HASTA DONDE ESTÁ.

 

Mad Economy (ME) no puede dejar de explicar el “fenómeno jesuita” desatado por la elección de un Papa jesuita (además de argentino), porque esta Orden religiosa no solo  fue un elemento clave en la historia económica moderna, sino porque su exitosa estructura organizacional -que lleva casi 5 siglos-, puede ser la envidia de cualquier corporación o multinacional actual. (Además, los jesuitas manejan [indirectamente] la Universidad del Pacífico, que tiene la mejor escuela de economía local).

       1. Fue fundada por un noble vasco, ex soldado y caballero: Iñigo de Loyola, conocido más tarde como San Ignacio de Loyola (1491-1556); por eso tienen una estructura militar y llaman al superior de la orden "General" y a la orden "Compañía" pero en sentido castrense, no empresarial, aunque años después este nombre les caería a pelo desde la perspectiva corporativa. San Ignacio, conocido por Iñigo de Loyola,  prefirió cambiar su nombre de pila y “españolizarlo” a Ignacio, Iñigo o Iñaki es un nombre vasco. Aunque durante su vida militar destacó como excelente jinete y eso lo haría merecedor de pertenecer a la caballería, prefería más el asunto organizacional dentro del ejército, de ahí que cultivó una extraña afición al orden y a la disciplina, pero terminó siendo artillero con muy mala suerte porque una bala de cañón casi le vuela la pierna durante la guerra entre Navarra, Francia y España (1521). Fue llevado a su castillo y por las heridas tuvo que estar en cama meses. San Ignacio se leyó todos los libros sobre vida
 religiosa que encontró y descubrió su vocación. Dejó las armas y comenzó un largo camino al éxito.

          2. Es una Orden que no está bajo el mando directo ni tutela de una Diócesis. Su jefe es el Padre Superior a quien se le llama Padre General. La Iglesia Católica divide su jurisdicción pastoral en Diócesis que están bajo la administración de sacerdotes “diocesanos” y estos deben reportarle al Obispo de la jurisdicción, o sea, de la  Diócesis y estos, a su vez, al Arzobispo que maneja toda la operación.

          Si eres un cura diocesano en Lima por ejemplo, tu jefe será Cipriani. Las órdenes religiosas, como dominicos, franciscanos, agustinos, trapenses, jesuitas, etc., están exentas de reportarle al Obispo de la Diócesis.   Los jesuitas van más allá de esto. Consideran a cada país o región como una “provincia” de la Compañía de Jesús; por eso, tienen Padres Provinciales, una especie de “ojos y oídos” del superior o Padre General.

          3. Aunque no hay nada en sus normas que diga lo contrario, los jesuitas estaban "prohibidos" de ser obispos y menos Papas. Quizás la palabra no sea “prohibición”, pero fue algo consuetudinario en ellos: por costumbre adoptaron más un perfil bajo dentro de la Iglesia Católica. Prefirieron otro enfoque o carisma, el de la educación y en eso se especializaron.
          Además, nacieron en una época donde el protestantismo europeo era un furor y los esfuerzos de la Compañía de Jesús se enfocaron en eso, la lucha contra las corrientes protestantes, antes que entrar en el complicado mundo político de la Iglesia del siglo XVI con sus Papas Borgias, asesinatos, inquisiciones y otras mañas.

          4. Pero, llegaron a tener tanto poder político  y económico que a su superior lo llaman "El Papa Negro", por el color tradicional de las sotanas que usaban. Eran unas grandes togas, con botones que iban desde el cuello hasta los pies. Y un gorro de tres puntas que debió ser muy incómodo. Lo del Papa Negro no es cuento. Realmente llegaron a ser una suerte de Iglesia o universo paralelo dentro de la estructura católica romana.

          5. Para ser ordenado jesuita, además de pasar 4 años, estudiando teología y filosofía en un seminario, es indispensable que tengan “estudios civiles”, por eso se pueden encontrar jesuitas abogados, economistas, ingenieros, sociólogos, médicos, matemáticos, físicos, químicos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, lingüistas, etc.
          De hecho, son los únicos curas con título universitario civil por requerimiento específico. ¿Por qué crees que el Observatorio del Vaticano lo regentan jesuitas astrofísicos? ¿Por qué crees que el Papa Francisco es técnico químico-industrial?

          6. El poder oceánico que llegaron a tener motivó que en 1768 fueran expulsados de España, Portugal y las colonias. Este poder se debió a sus vanguardistas ideas: creían en la igualdad, la libertad económica, el cooperativismo, la redistribución del capital, el libre acceso al mercado, la educación de las minorías, etc. lo que preocupó a las monarquías absolutas de la época.
          Eso incluyó el cierre de los colegios mayores, seminarios y universidades de todo el mundo conocido. Lo que fue un duro golpe para la educación occidental, porque las instituciones educativas jesuitas eran impecables.  Astutos como ellos solos, aplicaron a la perfección aquello de “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo” y se refugiaron en reinos e imperios protestantes y hostiles a la Iglesia de Roma.
          Entre ellos, el Imperio Ruso con Catalina La Grande a la cabeza. Y realmente Catalina era “grande”, sus biógrafos estimaban que la emperatriz “de todas las Rusias” pesaba más de 100 kilos. Sin embargo, era una noble rara porque trabajaba y estudiaba. Los jesuitas, expertos en educación, pronto se ganaron su respeto y admiración y ella no sólo les dio cobijo, sino el tesoro más  importante para un jesuita: TIEMPO. Tiempo para regresar y de hecho 40 años después de su expulsión lo hicieron a lo grande, refundando colegios y universidades en todo el mundo.


          7. Antes de su expulsión, fueron los precursores del cooperativismo o una forma arcaica de economía socialista. En Sudamérica, sus Misiones a lo largo del continente fueron un ejemplo de gerencia. Un referente interesante se puede encontrar en la forma cómo administraban sus misiones y haciendas en esta parte del mundo. Por ejemplo, en las misiones de Paraguay, Bolivia y norte de Argentina, repartían entre los indios y esclavos, parcelas de tierra, animales mayores y menores, insumos y semillas.
          La producción era estandarizada en procesos específicos según el cultivo y la actividad industrial, es decir, fueron los precursores de la producción en función a la diversificación de canales de negocio. Con esto se ingresó a una “mini era pre industrial” pues sus obrajes, maestranzas, trapiches y factorías llegaron a tener unos índices de eficiencia y productividad enormes, además de darle valor agregado a las materias primas.
          El uso de los recursos que hicieron fue impecable. En la hacienda San Juan Bautista en Lima, llegaron a tener más de 5 riegos semanales y en un hábitat como es la costa de Perú donde uno encuentra un desierto más que un oasis. Después de su expulsión y tomada la operación de la hacienda por un civil, ésta alcanzaba a duras penas 1 riego por mes.
          Los jesuitas en sus Misiones y haciendas, crearon la figura del “Padre Administrador”, una suerte de “controller” moderno que llevaba rigurosamente los presupuestos y estadísticas de los emprendimientos jesuitas. Fueron más allá. En agricultura, sus haciendas no eran meros fundos o chacritas de “pan llevar”, diseñaron un complejo sistema de obrajes que les permitió desarrollar una agroindustria y sistema de agro exportación que sería la envidia de cualquier grupo agroindustrial moderno. Desde Perú, Alto Perú (Bolivia), Argentina y Paraguay, exportaban vinos y piscos, chocolate procesado, melaza, granos, telas, vidrio, cal, argamasa y otros.
          En el siglo XVIII, el chocolate producido y procesado en una misión o estancia jesuita paraguaya, era tomado en la Corte de los Borbones en Versalles y en la Corte de los Habsburgo en Austria. Todo, a través de un sofisticado (para la época) sistema de almacenamiento y redes. Crearon lo que a la postre sería el concepto de distribución y canales de negocio, logística incluida.
 Su manejo de los costos era impresionante: las utilidades en una hacienda por ejemplo, después de un ejercicio fiscal, eran redistribuidas entre los indios y esclavos primero y en último término el quinto real (para la Corona Española ) y la Compañía.
Esto les permitía hacer caja constante pues la producción de sus haciendas, al ser redistribuida entre indios y esclavos - quienes a su vez, la reinvertían en sus chacras, vendiendo lo que iban sacando de ellas-, les aseguraba un ingreso recurrente, por tanto, evitaban el endeudamiento para cubrir huecos en el flujo de caja, luego tomaban una parte de la ganancia por cada línea de producto y en función a los costos unitarios calculaban el presupuesto para el siguiente año fiscal.
Con esto, fueron los primeros en aplicar la teoría de las tasas de transferencia en negocios. Sus inversiones en tierras, conventos, seminarios, colegios mayores y universidades también les generaban caja pues casi todas sus instituciones eran privadas y cobraban una pensión por la  colegiatura, que les permitía además brindar subsidios a alumnos o seminaristas con bajos recursos: la versión moderna de becas de estudio. Además, reducían el riesgo sistémico de sus finanzas con la diversidad de inversiones y líneas de producción que ellos tenían.
Es curioso además notar que en un tiempo donde los esclavos negros eran considerados menos que animales, los jesuitas no sólo los hicieron “propietarios” sino que les daban una parte de la ganancia del negocio. Cosa prohibida por la Corona. Lo triste de esta historia: durante la administración jesuita de sus propiedades, los índices de escapismo entre los esclavos era nulo, después de la expulsión de la Orden, no solo muchos de los esclavos negros dejaron las haciendas y misiones, sino que el número de abortos autoinflingidos por las madres esclavas se disparó logarítmicamente: preferían matar a sus hijos neo natos, antes que nacieran esclavos (“Peregrinaciones de una paria”, Flora Tristán).
         Esto nunca pasó bajo la gestión de la Compañía. Finalmente, en 2008 la revista Forbes nombró a la Compañía de Jesús como " La Corporación Multinacional más antigua y exitosa de la historia económica moderna". Más que Coca Cola Co., JP Morgan y otras corporaciones.

          8. En la II guerra mundial, fue la única Orden que abiertamente se opuso al nazismo y al holocausto judío, muchos jesuitas fueron perseguidos por eso; algunos torturados y asesinados en campos de concentración como el Padre y Beato Rupert Mayer SJ. En Francia, un colegio internado jesuita, exclusivo para chicos, escondió y salvó a más de 50 niños judíos de las garras de la Gestapo. “Amén”, película dirigida por Costa-Gavras (2002), basada en hechos reales descritos en el libro “El vicario” de Rolf Hochhuth, muestra el rol clave que tuvo la Compañía de Jesús para la defensa de judíos ante el Vaticano.
          De hecho, para los judíos, la Compañía de Jesús es un referente de diálogo y es “Justa entre las Naciones” para Israel, por su labor en contra del holocausto. Cosa que pocas o casi ninguna orden católica hizo.

          9.  En los 70's su posición progre y de izquierda se hizo un poco evidente: unas décadas antes decidieron dejar de dar Misa en latín y la daban en el idioma del lugar. Por eso tenían jesuitas dando Misa en bantú africano, quechua (acá lo hacían desde el s. XVI), vasco, árabe, guaraní, chino cantonés, hindi, etc. Decidieron no usar sotana y menos camisa con cuello de clerma.
          Esa actitud progresista se capitalizó con el recelo de dictaduras de derecha (6 jesuitas fueron asesinados en El Salvador por eso). Ser progres y estar más cerca de los pobres y lejos de los grupos de poder les ganó también un recelo por parte del Opus Dei.

          10. Aunque muy progres, los jesuitas no estuvieron exentos de vincularse con grupos de poder. Aunque, sus relaciones se basaron más en la enseñanza. Fueron famosos y conocidos por ser tradicionalmente los “educadores de las élites”, mayormente hombres y no mujeres. Sobre todo en Europa y Latino América.
          Es evidente que por sus aulas pasaron destacados intelectuales, políticos, científicos, artistas, militares y religiosos. Eso les daba llegada a familias y grupos relacionados con el dinero y el poder. Pero formaron hombres que, lejos de continuar con los vicios y resabios de estos grupos, fueron más allá.
  Quizás por esta razón, es que los jesuitas son conocidos como “lava cerebros” o como una mafia donde quienes han sido educados por ellos, se reconocen por ciertos rasgos, lenguaje corporal y forma de hablar. Una especie de “secta” con decires y haceres propios. Existen “muchachos” de 70 años que en el Club Regatas, no dudan e insisten en ponerse una añosa camiseta color azul con el escudo bordado del jesuita Colegio de La Inmaculada.
   Es una orden muy global y de constante diálogo no sólo inter religioso sino cultural. Incluso desde su fundación, les quedó claro ese asunto que ahora se llama “globalización”. Ese dinamismo es quizás lo que explica que, aunque llegaron “tarde” a la América Española, incluso 60 ó 70 años después que los dominicos
o franciscanos, en una década de operación en las colonias llegaron a triplicar el patrimonio de los primeros.
   En pleno siglo XVI, no dudaron los Padres fundadores de la Orden en enviar a sus primeros discípulos a lugares tan lejanos como China, India o Japón porque Sudamérica y el mundo entero les quedaban chicos. Según  Chris Lowney ex seminarista jesuita y banquero de inversión del JP Morgan, autor del libro “El Liderazgo al estilo de los jesuitas”, uno de los factores de éxito de la Orden fue su movilidad permanente y apertura de mente frente a otras culturas.
   La historia del Padre Matteo Ricci SJ que viajó a China grafica este liderazgo y dinámica inter cultural. Llegado a China, el Padre Ricci SJ de inmediato tomó contacto con el emperador. No era cosa fácil porque ya antes en Asia, la experiencia jesuita había resultado tenebrosa y de total fracaso: decapitaron en Japón a 22 jesuitas y martirizaron y torturaron a otro tanto en la India. Pero el Padre Ricci SJ se ganó el respeto y admiración del emperador al dibujarle un mapamundi donde colocó a China, por primera vez, en la cartografía mundial. Huelga decir que Ricci era matemático, geógrafo y cartógrafo.
   La mente abierta de este jesuita le permitió también, colgar el confusionismo a la praxis cristiana. Debió haber sido todo un éxito porque el emperador de China lo nombró consejero, siendo el primer y último caso, donde un occidental fuese “privado” de un regente chino.
   Para Lowley, son 4 los pilares fundamentales del éxito y del enfoque empresarial de los jesuitas:
   (1) Conocimiento de sí mismo: Saber reconocer muy bien cuáles son las fortalezas, debilidades y valores de uno mismo. Tener un claro conocimiento del mundo y hacia dónde se quiere ir;
          (2) Ingenio: Siempre innovar y al mismo tiempo adaptarse a las circunstancias de un mundo cambiante. Explorar nuevas posibilidades e ideas. Aprender de las otras culturas y darles su valor;


          (3) Amor: Querer a los demás y tratarlos a partir de esa realidad. Siempre mantener una actitud positiva. Ganar a la gente por el amor y no el temor. Los líderes tienen confianza en sí mismos y la proyectan a los demás;
         (4) Heroísmo: Despertar en uno mismo, y en los demás, grandes deseos. Fortalecer en sí mismo, y en los demás, aspiraciones heroicas.
          Los líderes imaginan grandes futuros e impulsan a alcanzarlos. No esperan el futuro sino que lo construyen.
          George Lucas, en una entrevista, reveló que –en su juventud-, conoció a un grupo de jesuitas en la Universidad de Fortham; quedó maravillado por su forma de ser, por cómo se movían, cómo te convencían usando palabras cariñosas antes que imperativas.
   Se espera que el Papa Francisco , siendo jesuita recoja este modelo, no sólo desde lo religioso, sino desde lo empresarial.  Sería un éxito del Papa Francisco.
   IGNACIO DE LOYOLA, en su vida como Sacerdote no fue un “cura cualquiera”. Aun cuando no era del conocimiento del público, muchos sabíamos que él, al igual que Santo Tomás de Aquino, no podía celebrar la Santa Misa sin una ayuda especial. Aún antes de llegar a la “Consagración”, un llanto silente y sobrecogedor le invadía y las lágrimas corrían incontenibles por sus mejillas, las palabras salían de su boca casi inaudibles, sus piernas no les daban sustento y todo su ser se transfiguraba, dejaba salir una luz interior que en los demás producía el regocijo y el contento de la complacencia ante su mística comunión con el Espíritu Santo.

Así… ¿quién no se llena de contento de sentirse jesuita o ignaciano? … ¿quién no se dedica con verdadero fervor a ser la más humilde oveja del rebaño de nuestro pastor universal?
No he podido encontrar una Oración más reconfortante que la de Ignacio, y ésta junto con la Oración del Apóstol al inicio de la Santa Misa, a todo Ignaciano que se respete, constituyen sus mantras preferidos y permanentes:
                               
                SEÑOR, RECIBE TODA MI INTELIGENCIA, MIS CONOCIMIENTOS, MI VOLUNTAD, todo mi haber y poseer, Señor tu me los distes, a ti te lo entrego. Dadme SEÑOR tu AMOR Y TU GRACIA. Ellas solas me bastan.

            QUE LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, EL AMOR DEL PADRE Y LA COMUNION DEL ESPIRITU SANTO ESTEN SIEMPRE CON TODOS NOSOTROS


DIOS TE BENDICE SIEMPRE

jueves, 20 de octubre de 2016

“LOS RÍOS SIEMPRE VAN A DAR A LA MAR, QUE ES EL MORIR” (Rafael Grooscors Caballero)

     “LOS RÍOS SIEMPRE VAN A DAR A LA MAR, QUE ES EL MORIR”
                                   (Rafael Grooscors Caballero)
          Si a uno le piden su opinión sobre la situación política y económica que está viviendo Venezuela y, concretamente, un juicio sobre sus principales actores, oposición y gobierno, la tendencia general es a dejarse llevar por las apariencias del fenómeno del día a día y parcializar las ideas en función de sus específicos deseos y de sus más legítimos intereses personales. En el caso concreto del autor de estas líneas, la opinión sería consecuente con la vida de alguien casi todo el tiempo dedicado si no al análisis, al menos al activismo político, dentro de  una causa, con definidos perfiles ideológicos y con vínculos en el mundo entero.
          Pero en la medida en que el tiempo pasa y uno vive su vida, la experiencia va acumulando conocimientos, probando y convalidando pensamientos en su mente, todo lo cual lo hace cada vez menos vulnerable al fanatismo emotivo y lo ubica en un centro de observación de prístina transparencia objetiva. En mi caso, cuando, como ahora, hable o escriba, la mayoría de mis amigos probablemente me encontrarán diferente, distinto, contrario, al viejo compañero con quien tuvieron el accidente de convivir. ¿Por qué?
          Titulé este artículo robando una frase inmaculada a uno de los más finos poetas españoles del siglo pasado, Jorge Manrique. Lo hice, fundamentalmente, por que ya he arribado como a las cumbres de un ciclo vital, de donde ni siquiera podré descender. Y es que ya no tengo mucho más que dar, si es que, acaso, di algo alguna vez. Por lo cual, tampoco tengo ya nada que esperar, en cuanto a retribución por el esfuerzo que ponga al servicio de un movimiento determinado. Sin dramatismo, tendré que hablar como hablan los ríos frente al mar.
          A Venezuela la usurpó el petróleo y la hizo depender de él. Cuando el General Gómez, el Benemérito, exhaló su último suspiro (1935), en el país, en su capital, en su Universidad principal, ya se había escrito el guion ilustre de la Generación del 28 y en el mundo se cruzaban, amenazándose, las más duras ideologías contemporáneas, en un puente que unía a ganadores y perdedores de las dos más grandes guerras mundiales de la historia universal. Pero en Venezuela, cada vez con mayor fuerza, fluía petróleo de sus entrañas y los pensadores políticos se envenenaban con su oxidante embriaguez. La noción de la independencia, conquistada, históricamente, cien años atrás, se transformaba en un conformismo que hundía la economía en una enredadora relación de dependencia y confundía el discurso político, con un palabreo balbuciente de moderado alumno en curso de primaria elemental. Con el Caudillo muerto, se abren las puertas de la democracia y se organizan los partidos, así como se establecen conexiones con las grandes corporaciones mercantiles, para consumir todo, lo político y lo económico, con los préstamos, intelectuales y comerciales, de los fabricantes de ideas, de bienes y de servicios, del exterior. Dependencia total. Pagada con petróleo.
          Vivimos días heroicos y gloriosos. Fuimos hasta un paradigma en el Continente, grabando con sangre criolla capítulos ejemplares para los vecinos ubicados en los cuatro puntos cardinales de nuestra frontera. Pero en lo político, siempre fuimos cronistas de ideologías extranjeras y en lo económico, súbditos de los que fabricaban todo lo que necesitábamos cada vez, en tierras extrañas y distantes. Dependientes.  
          ¿Cómo abordar el día de hoy, la situación del país, sin tener en cuenta este anticipo de tristeza, el cual nos muestra más como ignorantes afortunados, que como sabios en el ejercicio de los pensamientos estratégicos?
          El gobierno es un régimen vendido a la aventura carnavalesca de unos herederos de una ideología vencida, concebida hace siglos y mil veces fracasada, cada vez que sus adoradores quisieron llevarla al olimpo de las realizaciones. Terroristas en el Poder que más que granadas y artefactos explosivos, usan y abusan de la trampa y del engaño, para mantener en el inculto desposeído la esperanza de un futuro que nunca llegará. Tan hueco es su discurso, tan débil su presunta fortaleza, que ahora son los millones de millones de hambrientos quienes llenan de protestas, todos los días, las calles de todas las ciudades y pueblos grandes del país. Sólo las bayonetas están de su lado.
          Pero la oposición no es, tampoco, lo mejor. No se puede ser oposición sólo para hacer oposición. La oposición tiene que tener un círculo de líderes preferidos, pero si no hay en sus manos, en sus voces, en sus libros, proyectos concretos y factibles, mensajes convincentes, banderas flameantes que propongan el cambio que justifica la oposición al gobernante, si esos líderes no tienen grandeza, carisma y credibilidad, esa oposición no podrá con éxito oponerse a nadie. Desgraciadamente, este parece ser el caso de Venezuela, en el día de hoy.
          Muchos la han pintado como una crisis de liderazgo, la cual, transcurrido un tiempo, será fácil de superar. Pero, de verdad, no es así. No tenemos un lenguaje propio y el petróleo nos hizo adictos a la compra de todo más allá de nuestras fronteras. Somos, intelectualmente, mendigos. Somos, económicamente, pordioseros. Tenemos que aprender a rebelarnos contra nosotros mismos y dedicarnos a aprender cómo es que se aprende a ser creativo e independiente; competitivo y forjador de futuros. Tenemos que dejar el petróleo en sus pozos y colocar las manos y las mentes, en las herramientas de la moderna producción, para pensar en una Venezuela superior, desarrollada.
          Eso es, desarrollada. Capaz de competir en el mundo con miles de productos. Con gente muy calificada y bien remunerada, en sus clases laborales. Con innovadores en sus centros de estudios y en su academia. Invertir los términos de la relación actual y hacer al petróleo un esclavo de los venezolanos, para manejarlo como más nos convenga. Y que no entorpezca nuestro proceso de crecimiento, el cual se debe iniciar y continuar, porque nunca comenzó.
          Una vez o varias veces hablamos de la “rebelión de las regiones” y siempre insistimos en que no llamábamos a la abrupta aparición de temerarios guerreros con vocación sangrienta. Hablábamos del cambio de una cultura que nos hizo dependientes. Hablábamos de lanzar el grito de la autonomía, para estremecer y motivar a nuestra gente del llamado “interior”, a no seguir dependiendo también de un solo centro, mezquino, de poder y promover adentro, aguas abajo, con sus propios recursos, su verdadero desarrollo. El desarrollo de los Estados es la Rebelión de las Regiones. Ahogar el presidencialismo grupal, el que siempre beneficia a unos muy pocos frente al colectivo nacional y colocar a Venezuela a gobernar a Venezuela. La Democracia Parlamentaria es mucho más útil para pensar en grande y darle sentido, por fin, a un verdadero esfuerzo revolucionario que nos coloque en las vías del desarrollo.


grooscors81@gmail.com.-

lunes, 10 de octubre de 2016

UN TIEMPO PARA TESTIMONIAR ( Eclesiastés 3,1 -8 )

UN TIEMPO PARA TESTIMONIAR
 
Hay un tiempo para todo y un momento
bajo el cielo para hacer cada cosa:
hay un tiempo de nacer y otro de morir;
un tiempo para plantar
y un tiempo para cosechar.
Un tiempo de dar muerte, y otro para sanar;
un tiempo de destruir
y un tiempo para construir.
Un tiempo para llorar y otro para reír;
un tiempo para los lamentos
y un tiempo para las danzas.
Un tiempo de esparcir piedras
y otro para recogerlas;
un tiempo de abrazarse y otro para separarse.
Un tiempo para ganar y otro para perder;
un tiempo de callar y otro de hablar.
Un tiempo para amar y otro para odiar;
un tiempo para la guerra
y un tiempo para la paz...
 

Eclesiastés 3,1      -8

jueves, 22 de septiembre de 2016

32 PROVERBIOS JUDIOS HUNGAROS

32 PROVERBIOS JUDIOS HUNGAROS

1.      No todo es bueno con el dinero, pero todo está mal sin él.

2.      Adán era un hombre feliz porque no tenía suegra.

3.     Si un problema puede ser resuelto con dinero, no es un problema, es un gasto.

4.      Dios le dio al ser humano dos oídos y una boca para que escuchara más y hablara menos.

5.      Cada judío sabe cómo es mejor.

6.      Dios no puede estar en todas partes a la vez, por eso hizo a las madres.

7.      No seas dulce, o te comerán. No seas amargo, o te escupirán.

8.      No te acerques a una cabra por adelante, a un caballo por detrás y a un tonto por ningún lado.

9.      Tanto un invitado como un pescado empiezan a oler mal al cabo de tres días.

10.    El conocimiento no ocupa mucho lugar.

11.    Mejor un judío sin barba que una barba sin judío.

12.    El ser humano debe vivir aunque sea por curiosidad.

13.   El sordo escuchó cómo el mudo dijo que el ciego vio cómo un cojo corría más rápido que un tren.

14.   Dios protege a los pobresal menos de los pecados caros.

15.   Si la caridad no costara nada, todos seríamos filántropos.

16.   Cuando una solterona se casa, se convierte en una esposa joven.

17.   Los padres les enseñan a los hijos a hablar, y los hijos les enseñan a los padres a guardar silencio.

18.   Desde lejos toda la gente es buena.

19.   Tal vez los huevos sean mucho más inteligentes que las gallinas, pero se echan a perder rápido.

20.   Guardar silencio es más complicado que hablar bien.

21.   El mundo desaparecerá no porque haya demasiados humanos, sino porque hay demasiados inhumanos.

22.   Dios, ayúdame a levantarme, caerme puedo yo solo.

23.   Si la vida no cambia para bien, espera... cambiará para mal.

24.   Por más dulce que sea el amor, no te alimentará.

25.   Cuando no hay nada que hacer, se inician los proyectos más grandiosos.

26.   Al elegir entre dos males, el pesimista elige ambos.

27.   Todos se quejan de falta de dinero, pero de falta de inteligencia, nadie.

28.   Quien no tiene hijos, los educa mejor.

29.   Mejor morirse de risa que de miedo.

30.   La experiencia es el nombre que la gente le pone a sus errores.

31.   El pelo gris es señal de vejez, no de sabiduría.

32.   Al envejecer, el ser humano ve peor pero más.


"...... lo esencial es invisible para los ojos ......"
El Principito